El País de la Infancia está poblado de recuerdos plenos de vida; de memorias de juegos colectivos, de aventuras solidarias, de transgresiones. Podemos ver su geografía con los ojos tristes de la melancolía, o recorrer sus costas, montañas y bosques buscando recuperar el tiempo perdido; o aislar y tomar la poderosa carga vital que animó cada uno de esos instantes. El repaso que nos propone este audio, en la voz de Pergolini, puede servir para dar vida a emociones que nos ayuden a recuperar la actitud lúdica de hacer sin esperar resultados. No decimos hacer cualquier cosa, nos referimos a un hacer con sentido y dirección, a humanizar con acciones válidas y a construir una realidad que podamos amar día a día, mientras seguimos aprendiendo.

Para que esta noche soñemos con el ratoncito que viene a negociar nuestros dientes de leche, escuchemos nuestras voces de niños.

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