por Admin | 16 Sep 2010 | A Novedades, Miembro del Movimiento Humanista
Esta noche del jueves 16 ha fallecido en Mendoza, Mario Luis Rodríguez Cobos, (SILO), un argentino universal. Transcribimos una referencia a su vida y obra realizada por Luis Ammann en ocasión de la presentación del libro de Silo “Apuntes de Psicología” en la Feria del Libro en Tandil, Buenos Aires, el 16 de agosto de 2007. Esto dijimos entonces:
En Apuntes de Psicología, el más reciente libro publicado por Silo (Ulrica Ediciones, Rosario, Argentina, 2006), el editor presenta la “biografía” del autor en treinta y tres palabras.
Esa síntesis fue enviada por el mismo Silo en una actitud que ha sido reiterada: nunca tuvimos un comentario biográfico hecho por el autor que excediera de media carilla. Por eso, lo que vamos a exponer a continuación es una suerte de referencia biográfica no autorizada que se hace bajo nuestra responsabilidad y con el afán de dar alguna información más cercana a la persona y a la obra de este hombre que ha hablado y escrito sobre todos los temas excepto sobre él mismo.
En 1999, en un opúsculo titulado El Pensamiento de Silo, escribimos: El ambiente de singularidad que rodea a Silo no proviene de sus ideas que, aceptables o no, son claras y tienen un discurso bien estructurado. Más bien, hay que buscar las razones del misterio y la ambigüedad que lo rodea en tres factores, dos ajenos a él y uno que le compete. Los factores ajenos: 1. el estado mental de las dirigencias argentinas, militares y civiles, y 2. la actitud de los medios de comunicación locales. 3. Lo que es imputable a Silo es su molesta independencia de los factores de poder y el ejercicio de su libertad.
El primero en prohibir y difamar a Silo fue el dictador Juan Carlos Onganía. Sus más pertinaces perseguidores fueron José López Rega, responsable de la «triple A» una banda para policial y Ramón J. Camps, genocida convicto. Estos personajes percibieron que la prédica de Silo por la “no violencia” hacia peligrar sus intereses y al sistema violento que defendían. Así, persiguieron sus ideas, amenazaron y cometieron atentados y homicidios contra los miembros del Movimiento generado espontáneamente por esas ideas.
Por otra parte, Silo es un hombre de hábitos sencillos y austeros, ajeno al espectáculo del poder y a la publicidad. No es un hombre de «relaciones mediáticas». Finalmente, ha pensado, escrito y hablado sobre todos los temas que interesan al ser humano, rozando o incursionando decididamente el terreno de la psicología, la religión y el de la política, promoviendo siempre la metodología de la “no violencia” activa para el cambio social y personal. En suma, ha lesionado intereses, ha puesto en su lugar a los ridículos y ha ignorado a los dispensadores de fama. Pero lo irritante para el Sistema es que Silo, aunque él no se lo proponga, es un líder, un Guía espiritual. Una persona cuya conducta es inspiradora; cuyas ideas llenan un vacío y, sobre todo, dan una orientación de futuro diferente.
«Que piense, vaya y pase», ha sido la postura pragmática. Pero que un pensamiento original, que abarca la existencia y la experiencia humana, suscite la adhesión de gentes muy diversas y dé lugar a una organización de voluntarios activa y en crecimiento, esto ha sido “intolerable” para los bienpensantes.
El hostigamiento corrió siempre por la misma vía: se trató de restar méritos a sus aportes, se ocultaron sus escritos y dichos para plagiarlo, se tergiversaron sus ideas-fuerza utilizándolas como slogans publicitarios. Nada de esto impidió que su visión del mundo se abriera paso y sus palabras llegaran al corazón de la gente sencilla.
La intención de degradar es la que subyace en las diferentes injurias que se le han hecho desde el poder de turno. No es, por cierto, la mirada desprejuiciada de los académicos rusos que lo distinguieron con el doctorado honoris causa en 1993. Así escribíamos en 1999.
La difusión de su ideario no violento lo llevó, en 1981, a dictar conferencias en distintas ciudades de Europa, gira que incluyó un acto en India. Fueron sucesos difíciles de encuadrar, porque Silo dio su mensaje ante miles de personas congregadas en salones y estadios cubiertos y en grandes espacios abiertos, como la playa de Choupaty, en Bombay. Se conoció así, lo que ellos mismos denominaron la “corriente no violenta de raíz latinoamericana”. Posteriormente sus conferencias han tenido por escenario universidades, centros culturales y la vía pública en casi todo el mundo, logrando una adhesión creciente que ya involucra a millones de personas en 140 países.
Recientemente, la postura de los medios de comunicación masivos parece haber cambiado y está llegando el reconocimiento de instituciones, personalidades y medios de difusión en Europa, en Asia y –más tímidamente- en nuestro país. Los medios han bajado las barreras del prejuicio y se muestran dispuestos a permitir la libertad de expresión de este pensador. En 2006, su prédica por la Paz mundial, que hizo centro en el desarme nuclear, ganó las plazas, las calles y, por primera vez, las pantallas de televisores, cines y estadios. Hoy, son millones quienes escuchan a Silo y muchos más parecen disponerse a escuchar a un hombre bueno cuya palabra inspira suavemente el espíritu.
Sus últimas exposiciones públicas en la montaña se han convertido en peregrinajes masivos. En 1999, al conmemorarse el 30º aniversario de su primera arenga pública, unas cuatro mil personas acudieron a escucharlo en “Punta de vacas”, el desolado paraje donde habló por primera vez a unas doscientas personas. En 2004 fueron alrededor de siete mil y en 2007 el número creció a más de 10 mil. El Parque allí construido recibe visitas permanentes y ha sido llamado por la prensa “Atalaya de la fe.”
Desde 2002, año en que Silo presenta El Mensaje (un rescate de la individualidad en todo acorde con su mirada social solidaria) han ido surgiendo en todo el mundo Salas urbanas y Parques. Estos espacios de meditación e inspiración espiritual se están desarrollando en los cinco continentes. Algunos de ellos son Parque Punta de Vacas, Manantiales, La Reja, Kohanoff y Caucaia en Sur América; Red Bluff en América del Norte; Attigliano y Toledo en Europa y, ya iniciados los proyectos, los Parques de Asia y de África.
Las referencias personales que da Silo son escuetas: su nombre es Mario Luis Rodríguez Cobos, nació en Mendoza el 6 de enero de 1938. Está casado con Ana Cremaschi, es padre de Alejandro y Federico y reside en un pequeño pueblo (Chacras de Coria) en los alrededores de Mendoza. Es escritor y, desde hace unos años, abandonó parcialmente sus actividades agrícolas.
Sus principales obras publicadas son: Humanizar la Tierra, Contribuciones al Pensamiento, El día del león alado, Experiencias guiadas, Mitos raíces universales, Cartas a mis amigos, Diccionario del Nuevo Humanismo, Habla Silo y Apuntes de Psicología. También se han editado dos tomos de sus obras completas. Estos libros se han traducido y publicado en los principales idiomas, lenguas y dialectos y es lectura corriente de jóvenes contestatarios, de la Nueva Izquierda, de humanistas, ecologistas y pacifistas. A partir del año 2002, como hemos dicho, Silo impulsa El Mensaje, una dimensión espiritual.
Si hubiera que esquematizar un perfil, diríamos que Silo es el ideólogo de una corriente de pensamiento: Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista (o Humanismo Siloísta, aunque él rechace esta denominación); un movimiento político-social no violento: el Movimiento Humanista, y una expresión espiritual: El Mensaje.
La doctrina de Silo abarca, en suma, los temas fundamentales que interesan al ser humano.
PS. Silo es también el fundador del “Humanismo Universalista” o “Nuevo Humanismo” corriente de pensamiento que ha dado origen a numerosas instituciones: La Comunidad para el Desarrollo Humano, el Partido Humanista, el Centro de las Culturas (hoy denominado Convergencia de las Culturas), el Centro Mundial de Estudios Humanistas, Mundo Sin Guerras y Sin Violencia y múltiples frentes de acción. Esos organismos llevaron a cabo la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia que recorrió el mundo, partiendo desde Wellington en Nueva Zelanda el 2 de octubre de 2009 para concluir en Punta de Vacas, Mendoza, Argentina el 2 de enero de 2010.
por Admin | 4 Ago 2010 | A Novedades, Miembro del Movimiento Humanista
Se presenta el viernes 6 a las 19 en el Parque La Reja, Alfonsina Storni 1568, La Reja, provincia de Buenos Aires, ferrocarril Sarmiento.
«Los Parques son lugares de encuentro e irradiación de una nueva espiritualidad que rechaza toda forma de violencia y de discriminación, apelando a aquella dimensión sagrada de la mente humana para encontrar libertad y sentido.» Esta es una de las definiciones que ofrece el libro fotográfico que cuenta la historia de estos lugares y de la gente que a ellos acude.
El proyecto, coordinado por Tomás Hirsch con la dirección artística de Rafael Edwards, ha contado con la colaboración de más de 40 fotógrafos, profesionales y aficionados, que han querido mostrar estos lugares especiales que consideran “puertas de entrada al mundo mental de lo Profundo”.
“Recibimos y revisamos más de cinco mil fotografías para seleccionar las 180 que componen el libro”, cuenta Tomás, quien lo presenta el próximo viernes 6 a las 19 horas en uno de esos lugares, el Parque La Reja. Es en Alfonsina Storni 1568, La Reja, Buenos Aires.
Hoy en día son más de 20 los Parques en el mundo, y ya están en marcha los proyectos que llevarán el número a 30 antes de que concluya este año.
El libro trasmite con sus imágenes la atmósfera humana de los parques y devela su significado.
Más información en www.parquelareja.org y www.silo.net
por Admin | 5 Jul 2010 | A Novedades, Miembro del Movimiento Humanista
Su verdadero nombre -¿periodista es sinónimo de delator?- es María Guillermina Noro Ritzer y ha comenzado en junio a publicar sus reflexiones y puntos de vista. ¿Para qué? Para conocerse a si misma, un afán que Hegel (Georg Wilhelm Friedrich) le atribuía al “Absoluto”. Según el filósofo de Stuttgart el “Absoluto” lo tiene todo menos saber que lo tiene. Le falta la conciencia de sí, nada menos. Entonces, el tipo -Ser, como a él le gusta llamarlo- se ve obligado a desarrollar todo un proceso creativo en el cual finalmente se reconoce como quien es. Una idea maravillosa. Parece que haciendo cosas en el mundo uno -aunque esté lejos de ser el Absoluto- va sabiendo de sí mismo, va alcanzando la lucidez, el estado de despierto. Aquello que hay que saber está ahí, en la acción creadora que podamos forjar.
Guille lo expresa de este modo:
“¿Para qué tener un blog?
“Esto es lo que planeo averiguar…
“A veces me veo atrapada por ideas, reflexiones o puntos de vista a los que no logro darles una buena salida. Quizás el compartirlos en este mundo virtual sea una buena manera de ordenarlos, ampliar la mirada y aportar a otros”.
Conocedora -no sólo lectora- del viejo Gurdjieff, Guille comenta su descubrimiento de la experiencia como nexo entre la información y la comprensión. Uno puede saber acerca de otra persona, pero sólo cuando se relaciona e intercambia con ella comienza a comprenderla. Con todo lo estudiado sucede lo mismo: hace falta estar en situación para alcanzar la plenitud del conocimiento. En el párrafo que sigue habla de la realidad fáctica a la que arriba por vía sensorial (las ballenas) y a una realidad eidética (Júpiter) a la que llega por deducción, ambas tamizadas por una mirada naif y esperanzadora.
«He comprobado la existencia de las ballenas, a las que vi desde un par de metros. Resulta ser que existen de verdad mas allá de la tele y los libros, será entonces que muchas otras cosas, como Júpiter por ejemplo, serán reales también; a lo mejor este mundo no es una cosa gris y chata en la que todo es mas o menos lo mismo.»
Escrito con frescura y humor (ver El extraño arte…) el blog muestra sensibilidad y buen gusto como lo prueba la elección del poema “Y la muerte no tendrá señorío” de Dylan Thomas del cual rescato tres versos: …”aunque se vuelvan locos serán cuerdos, /aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo, /aunque los amantes se pierdan quedará el amor; /y la muerte no tendrá señorío.”
Me gusta y pienso seguir este blog
http://guillerminaenblog.blogspot.com/
por Admin | 4 Jul 2010 | A Novedades, Miembro del Movimiento Humanista
¿Qué espera el enfermo de un médico? En primer lugar que haga cesar el dolor o la molestia que lo aqueja. Obtenido eso, busca la curación a través de un pronóstico y un tratamiento razonables en donde se le brinde información y se tenga en cuenta su opinión. Porque podría haber cosas que el enfermo no está dispuesto a hacer para recuperar una pseudo salud.
Cuando cae en cuenta -el paciente, porque el médico lo sabe- de que no hay curación, el enfermo quiere una respuesta plausible y tranquilizadora, algo que le permita vivir en dignidad para tomar sus últimas decisiones. Es cierto que algunos preferirán seguir durando en la ignorancia de lo inexorable pero, en este caso, los familiares o el servicio social hospitalario deberían ajustarse a sus previsiones. El valor a privilegiar es la voluntad de quien tiene comprometida su existencia y está a punto de enfrentar la mayor experiencia de un ser vivo: su muerte. Dicho de otro modo, los pacientes deben comunicar sus decisiones y la familia y “los brujos de la tribu” respetarlas.
Por nuestra parte -hablo en nombre no de un “yo” sino de innumerables “yoes”- solicitamos, pedimos, exigimos, instamos, demandamos, requerimos, una información precisa y detallada bajo la protección del silencio que es propio de la intimidad. “Mi muerte es mi asunto”, diría si escribiera en primera persona.
Consideramos que es bueno no tener expectativas respecto de la eficacia de los médicos. Desde luego que apreciamos las diferencias entre la atención que prestan hoy respecto de la que suministraban los galenos precursores y, sobre todo la ayuda de los paliativos al dolor. Pero hay enormes lagunas en su conocimiento, tantas que más bien parece que tienen algunas islitas de certezas en un océano de dudas.
Tenemos amigos médicos -varios- y los apreciamos como personas tanto como valoramos sus esfuerzos y el empeño que le ponen a batallas que saben perdidas de antemano. Son admirables en su acción humanitaria, en el desapego conque actúan y en la compasión -parecemos budistas hoy- por la fragilidad humana de la que participan. Gracias Rubén Escamilla, Amelia Caresana, Noemí Otero, Mario Basile, Jorge Pompei, por un humanismo militante.
No parece sensato someterlos a nuestras apetencias de inmortalidad producto de los artículos periodísticos en revistas que sugieren que ya está la fórmula para vivir 150 años y que pronto estarán dados los avances para vivir sin límite. Nadie aclara que eso será sólo para quienes puedan pagar los tratamientos o para quienes pasen la selección de funcionarios del Estado que dirán que “no se trata de súper poblar el planeta” y cosas por el estilo. Pero no importa, dejemos eso. Sí queremos de los médicos -porque lo necesitamos- que nos ayuden con el dolor.
Un amigo me comenta que tiene varias dolencias menores: cefaleas cada tanto y malestares permanentes en un testículo, en la espalda -sobre todo en las cervicales- neuropatías de origen diabético, disminución en la capacidad respiratoria y ojos secos que, paradójicamente, se le llenan de lágrimas sin aviso previo. Lleva años de tratamiento, toma medicamentos -12 pastillas diarias- para diferentes cosas y, además, tres preparados homeopáticos que han resultado eficaces para controlar una artrosis y levantar sus defensas. Las salas de consultas de los médicos y de los laboratorios son parte importante de su actividad actual. No obstante, el testículo, la espalda, la insuficiencia respiratoria y los ojos, todos bajo tratamiento, están igual de mal que siempre.
Tengo la impresión de que me olvidé algo de lo que le pasa a mi camarada, pero da lo mismo porque lo citamos sólo para mostrar un caso de atención médica con medicamentos que resultan ineficaces. O sea, que no se cura.
Vistas así las cosas y con la firme promesa de mejorar la relación humana – a medida que la ciencia vaya avanzando, tanto mejor será- podríamos sugerir a nuestros médicos que hablemos. Que ellos nos digan con franqueza lo que hay y lo que cabe esperar y cuál es la eficacia real de un medicamento. Nosotros podríamos colaborar evaluando la conveniencia de tomar “la pepa” o no hacerlo, podríamos acomodar la cabeza al pronóstico que nos den y decidir cómo queremos vivir la enfermedad que es parte importante de nuestra vida. En otras palabras: ¿podríamos humanizar la relación médicos & pacientes?
por Admin | 12 Jun 2010 | A Novedades, Miembro del Movimiento Humanista
Pía Figueroa, directora de la agencia de noticias Pressenza comenta desde Chile: “Durante la reciente visita de Silo al Parque de Estudio y Reflexión Los Manantiales, ubicado a 70 kilómetros al norte de Santiago de Chile, una profunda esperanza se instaló en los corazones de todos los que escucharon sus palabras en la Sala: «nosotros creemos que está naciendo en el mundo un nuevo horizonte espiritual».
La noticia difundida por PressenzaSantiago recupera pasajes de la alocución de Silo en ese Parque el 28 de mayo de 2010. «Mientras se van desintegrando todas las estructuras y comienzan los desbordes», dijo, «desbordes sociales que no se deben a la agitación… Hay un malestar total en todos los campos y, sin embargo, frente a toda la violencia que hay en el mundo, frente a toda la desintegración y a la decadencia total, empezamos a encontrarnos con síntomas de nuevos tiempos».
«Claramente se está perfilando un nuevo horizonte. Así es que no nos va a interesar mucho seguir criticando los desastres del mundo actual. No perderemos más tiempo. Ya lo conocemos, ya sabemos a dónde va».
«Este descubrimiento de la vida artificial merece un brindis! ¡Sí, lo merece! Que este nuevo descubrimiento lo vayan a manipular, que lo vayan a instrumentar… no cabe la menor duda, eso se ha hecho con todas las cosas. Pero de todos modos, ya se ha escapado de las manos; de los controles de siempre. Se ha escapado».
«Ahora hay algunos que están enojadísimos con eso. «Hay que dejarse de jugar a Dios», dicen».
«Estamos jugando a Dios, y esto de estar jugando a dios – me parece – es una muy buena dirección. Como decían nuestros queridos antepasados, ya muy lejanos: «Ni dios, ni amo».
«Hay un espíritu divino en la gente…¡He! ¡Vamos! Un mínimo de poesía!. Y con esto se está abriendo un horizonte. ¿Queremos llamarle un horizonte de poesía, en la práctica? Bueno, como quiera. ¿Una «nueva espiritualidad»? bueno, ¿porque no? Pero se está abriendo otra frontera mental ¡sin ninguna duda!»
por Admin | 3 Feb 2010 | Internacional Humanista, Miembro del Movimiento Humanista
Hace más de nueve años, el 31 de agosto de 1999, ocurrió una tragedia aérea con un avión de Líneas Aéreas Privadas de Argentina (LAPA), empresa privada de aviación, en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fue una tragedia que causó 65 muertes y muchos sobrevivientes quedaron afectados física y psicológicamente en diverso grado. Un daño humano, social y económico con visos de estrago.
Desde el comienzo el juicio fue manipulado en beneficio de la empresa -propiedad de Gustavo Deutsch- para gambetear las responsabilidades penales y económicas. Para ello se manejaron hipótesis tradicionales como el “error humano” de los pilotos -que no pueden defenderse- y otras más pintorescas como “bandadas de pájaros».
Desde la vereda de enfrente, Enrique Piñeyro, un piloto de aviación cuyas denuncias desbordaron los tribunales para llegar al cine con la película “Whisky Romeo Zulú” donde narra la historia previa al accidente del Boeing 737 mostrando el funcionamiento de la empresa que lo contrataba.
En lo medular, el comandante que se fue de LAPA para no morir en su trabajo, denunciaba que los aviones no estaban en condiciones de volar, o volaban en condiciones mínimas; el personal no recibía el descanso ni la capacitación suficiente; dos ejemplos de una larga lista de problemas imputables a la empresa. Dicho de otro modo, los directivos de LAPA ahorraban gastos y ofrecían un servicio más barato para competir ventajosamente con Aerolíneas o Austral. Todos esos datos fueron debidamente acreditados por Piñeyro. Es decir, eran pruebas.
El fallo de los jueces -en mayoría, no en unanimidad- Mara Cristina Sanmartino, Leopoldo Bruglia y Jorge Goroni, dado a conocer anoche, fue recibido con consternación por la sociedad. Es, para la evidencia popular, un nuevo caso de impunidad para los ricos: el dueño y los principales directivos fueron sobreseídos y hubo sólo dos condenas a personal intermedio en la escala jerárquica. Ninguno irá a prisión.
Los familiares expresaron -además de bronca, indignación y tristeza- que ellos hicieron “todo lo que correspondía: denunciar, aportar pruebas, ser pacientes con esta justicia frente a todo ese manoseo hacia las víctimas y todo su entorno”. Los jueces huyeron de la sala en medio de una rechifla e insultos nunca vistos en los tribunales de este país.
En estos días, la revista semanal “Veintitrés” (Época II, Año 12, del 31.01.10) ofrece una investigación sobre la justicia del establishment titulada “La servilleta de la derecha”, con una bajada que dice textualmente “traban la Ley de Medios, impiden el matrimonio gay y el aborto terapéutico, fallan a favor de los grandes grupos empresarios, dilatan las condenas a los represores (militares) y con sus sentencias invaden el terreno político”. Finalmente, ofrece el “quién es quién en el influyente club ultra católico y neoliberal de los tribunales”. Es nota de tapa y vale la pena leerla porque no se la puede resumir sin perjudicarla.
Curiosamente, ayer comenzó un juicio por otro accidente aéreo: el que sufrió el avión Concorde, el 5 de julio del año 2000, con un saldo de 113 muertos. El aparto más rápido del mundo, fabricado y operado por Air France y British Airways despegó ese día del aeropuerto Charles de Gaulle y dos minutos más tarde se estrelló contra un hotel. El Tribunal de Pontoise deberá establecer también qué responsabilidad le cabe a la tercera compañía implicada, la norteamericana Continental Airlines. Es también un conflicto de intereses pero esta vez entre pesos pesados y no -como el caso de LAPA- un grupo de particulares enfrentando a una empresa de dueños poderosos.
No debe pensarse que la justicia de Francia actuará de modo muy diferente que la que “falló” en el caso argentino. La matriz ideológica que impulsó el Consenso de Washington hace previsibles los comportamientos judiciales cuando están en juego los intereses de los grandes grupos económicos en cualquier punto de la aldea global.