…Para las denuncias de los pueblos indígenas del Oriente sobre el daño que ocasionan las petroleras que explotan la amazonia peruana. No tienen la difusión necesaria y es de importancia que se sepa lo que ahí ocurre. En particular los ciudadanos de otros países que son accionistas de las empresas petroleras deben estar al tanto del dolor que causan sus ganancias.

Los impactos de la actividad petrolera en los pueblos indígenas son múltiples pero se sienten, principalmente, en  la salud de los pobladores de la zona, muy ligados a su ecosistema. La Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO) se ha pronunciado  en relación al derrame de petróleo en Saramuro, una situación que se repite -en diversos lugares- desde la última década del silgo pasado.

A principios de aquellos años 90 ocurrió una tragedia emblemática aunque poco conocida fuera de Perú,  que afectó a la comunidad de Vista Alegre, en el alto Río Tigre. En esa pequeña población murieron 21 niños y un adulto, en menos de dos años,  de “vómito negro”. Los médicos lograron establecer que la causa fue “una cirrosis tóxica fulminante”.  Análisis de agua del Río Tigre  demostraron altísimos niveles de metales pesados, provenientes de los derrames de petróleo. La población de Vista Alegre se proveía de pescado de la Tipishca Montano, aguas arriba de la comunidad, en la que desembocaban desechos de  un pozo petrolero operado por la Occidental Petroleum Corp. (más conocida como OXY). Más tarde,  un artículo publicado en la revista Medio Ambiente de Lima, demostró que la contaminación del agua y, por tanto, del pescado (que tiene la capacidad de acumular en sus tejidos los metales pesados) eran las causas de la masacre.

Nada hizo el Estado peruano, responsable de dictar normas de control y hacerlas cumplir. Se supone -porque es práctica usual- que el afán de aumentar los márgenes de ganancia de los accionistas de las empresas incentivó a funcionarios para que le dieran la espalda a sus deberes de proteger  la vida.

No se sabe la cifra final de muertos por hepatitis cirrótica -así llaman a la aludida complicación de hepatitis B con cirrosis tóxica- porque a lo largo de estos años prosiguieron registrándose muertes por “causas similares, con origen mediato o inmediato en la criminal práctica de arrojar al río todos los desperdicios de las operaciones petroleras”. (Héctor M Hernández www.upbj.org )

La denuncia que efectúa ORPIO en esta ocasión es sobre una nueva  negligencia por parte de las empresas petroleras en este caso Plus Petrol, “que vertió más de 300 barriles de petróleo al río Marañón a la altura de SARAMURO, Distrito de Urarina, provincia de Loreto–Nauta, cuando transportaba petróleo del lote 1AB base SARAMURO, en la embarcación SANAM III”.
 
“El río Marañón
-explica el pronunciamiento- es uno de los abastecedores de agua y alimento a varias comunidades indígenas Cocamas, Kichwas y Urarinas así como comunidades campesinas que vieron el sábado 19 en hora de la tarde cómo bajaba por sus ríos manchas de petróleo. Fuimos al río a lavar los utensilios y nos dimos cuenta que el agua estaba con restos de petróleo. Nos asustamos y avanzamos un poco mas hasta que nos dimos cuenta que todo el río estaba manchado con petróleo en nuestra zona” , relató un poblador de la comunidad Santa Rita de Castilla.
 
“Está en manos de las autoridades regionales y nacionales, que tampoco nos causan confianza, -se sinceran-  realizar una verdadera investigación sobre este hecho y determinar con exactitud la cantidad de petróleo que se ha derramado en las aguas del río Marañón, consecuentemente aplicar una sanción ejemplar a todos los actores que por su negligencia han llevado a este grave perjuicio a la ecología y medio ambiente.”
 
 Finalmente, ORPI como colectivo exige “tanto a la empresa petrolera involucrada, al Estado, a través de sus diferentes órganos, así como a la empresa transportadora de petróleo, asuman con responsabilidad este derrame de petróleo, que no sólo afecta a la ecología y el medio ambiente, sino también a la población de varias comunidades, asentada a lo largo del río Marañón, para que asistan con lo más indispensable (agua, alimentos, etc.), para el sostenimiento de la población afectada.”
 
Aunque no se necesita justificación alguna, los dirigentes de los pueblos indígenas explican que “nuestra lucha no es por incomodar al gobierno, es para defender nuestro derecho a la vida, a tomar y comer sin el cadmio, el plomo y mercurio con el que contaminan las petroleras. Sr. Presidente Usted solo ve cuánto de dinero ganarán por las concesiones y no ve cuánto de destrucción ocasionan a nuestro ambiente y a nuestra vida; eso no es importante para su gobierno, pero sí para nosotros, por que usted no ve morir a sus hijos, hermanos, esposas y a nuestra madre tierra. Por ellos los indígenas seguiremos en pie de lucha”.
 
http://orpio-aidesep.blogspot.com/2010/06/pronunciamiento-derrame-en-el-maranon.html