Leemos en un dossier las indicaciones de los organizadores a actores y visitantes extranjeros que asisten al Festival y muestran otra peculiaridad del FiSahara.
“El pueblo saharaui es enormemente hospitalario, atento y muy buen anfitrión y os facilitará todo lo básico y necesario para vuestra estancia en los campamentos. Ahora bien, las diferencias culturales y la precariedad en la que viven hacen que no dispongan de elementos que nosotros estimamos esenciales para nuestra vida.
“El hospedaje se realizará en las mismas casas donde este pueblo vive exiliado y refugiado desde hace más de 30 años, así que compartiremos esos días la vida con las familias saharauis que, en grupos, nos acojan. Las viviendas suelen ser sencillas dependencias que pueden ser de tela (las jaimas) o de adobe. Apenas tienen muebles, sólo una mesa baja en medio y colchones, o reclinatorios, alrededor. La intimidad, por ello, es prácticamente nula. Siempre estarán pendientes de nosotros, y los niños nos rodearán entusiasmados con nuestra visita. Debemos memorizar el nombre de la madre de la familia que nos acoge, y unos datos básicos de ubicación de la vivienda (wilaya, daira, barrio, casa), porque será la única manera de no perdernos y poder volver siempre a casa. A nuestros ojos, el campamento parece siempre igual sin cambios de calles ni viviendas y de noche se hace imprescindible una linterna.
“Las familias nos darán tantas mantas como necesitemos para no pasar frío de noche. Aún así, el que lo prefiera, puede llevar su propio saco de dormir ya que no se dispone, en general, de sábanas. La mayoría de las viviendas carecen de agua corriente. Sin embargo, para lavarnos podremos tener unos cubos y jarras de agua. Sería conveniente llevar nuestro propio jabón, toalla y pañuelos húmedos que nos serán muy prácticos en todo momento.
“El baño, una especie de garita que suele estar separada del resto de la casa, se compone de una letrina y un cubo de agua. La ganas de hacernos sentir cómodos, les habrá obligado a comprarnos papel higiénico, que ellos no utilizan. Por eso, no estaría de más que nosotros lleváramos algún rollo y después lo dejáramos allí.
“Los Campamentos están muy bien organizados. La RASD (República Árabe Saharaui Democrática) dispone de Ministerios y la sanidad es algo prioritario para ellos. Tienen hospitales y médicos. Aún así, es conveniente llevarse un botiquín de viaje con las medicinas que pudiéramos necesitar.
“Los saharauis viven de sus escasos y precarios recursos y de la gestión y optimización que llega de la ayuda humanitaria internacional. Por eso, no siempre pueden ofrecernos elementos que nosotros estimamos de primera necesidad. Cualquier cosa que se os ocurra que vayáis a utilizar probablemente no lo tengan y sería conveniente que lo llevarais desde España. Como ejemplo, os recomendamos llevar unas duchas portátiles http://www.coroneltapiocca.com/buscador/verproducto/sun%20shower
“La comida la hará cada familia de acogida especial para sus invitados y se consideraría una falta de respeto tirar algo de comida. Procurad no tomar nada que no haya sido previamente cocinado o lo peléis en ese momento. El agua deberemos tomarla embotellada.
“Ni el alcohol ni, por supuesto, las drogas, existen en los campamentos, ni siquiera algo tan sencillo como una simple lata de cerveza. No obstante, se puede llevar vino o lo que se quiera, y beberlo durante la comida, pero siempre de manera discreta y sin ostentación. Las familias saharauis respetan nuestra cultura alcohólica, pero es cuestión también de respeto hacía ellos no hacer alarde de su consumo.
“En cuanto lleguemos intentarán agasajarnos continuamente y nos llenarán de regalos: pulseras, ropa típica, colgantes, anillos… Estaría bien que nosotros les correspondiéramos en la misma medida: a los niños les encantan los bolígrafos, lápices de colores, material escolar y pequeños juguetes. A las mujeres: elementos de tocador (colonias, peines, cremas…). Y en general los dulces y caramelos les gustan a todos. Al irnos, el último día no estaría mal dejarles una pequeña aportación económica (como orientación, unos 6 €uros por día y persona) y las cosas que ya no necesitemos de vuelta a España por toda su atención, cuidado y el trabajo que les hemos ocasionado”.