Con frecuencia en este blog nos hemos referido a Amaicha del Valle donde el humanismo realiza una labor que lleva muchos años a través de Rodi Villalba y en contacto con el referente comunal Mario Quinteros -un hermano diaguita- que aportó a la Marcha de los pueblos originarios a mediados de mayo. El departamento de Prensa de la Tupac Amaru nos ha hecho llegar un reportaje a Mario efectuado por Hernán Scandizzo, que transcribimos en dos partes.
’El mejor resultado de esta Marcha es el haber convivido con una organización social’
“En el contexto del Bicentenario se realizó la Marcha de los Pueblos Indígenas que, desde diferentes puntos del país, avanzó hacia Plaza de Mayo y entregó sus demandas a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández. En el marco de esta convocatoria se concretó la articulación entre organizaciones territoriales indígenas -como la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita Calchaquí, Qullamarka y la Confederación Mapuce de Neuquén- y un movimiento social en crecimiento, la Organización Barrial Tupac Amaru, que encabeza Milagro Sala. Para internarnos en los debates y perspectivas abiertas por esta confluencia conversamos con Mario Quinteros, integrante de la Comunidad India de Amaicha del Valle, y activo militante de la Unión Diaguita -presente en las provincias norteñas de Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja.
“-En un escenario donde persisten los desencuentros y desconfianzas entre organizaciones indígenas y no indígenas, ¿qué desafíos planteó esta movilización?
“Sin duda es toda una situación abierta. Tiene que ver con un planteo que hace mucho tiempo que no se lo está haciendo -no quiere decir que en los años ‘60 o ‘70 no se lo haya hecho- y que abre la perspectiva hacia el interior del movimiento indígena: empezar a discutir la cuestión política y la cuestión de poder en alianza con otros sectores excluidos, dominados o en resistencia dentro de la sociedad argentina.
“Creo que de alguna manera el mejor resultado de esta Marcha de los Pueblos Originarios a Buenos Aires es, precisamente, el haber convivido con una organización social en particular -es mi expectativa que se conviva con varias organizaciones más, no exclusivamente con la Tupac Amaru. Y en esa convivencia haber hecho intercambio, no sólo de ideas, sino de prácticas, que tienen que enseñarnos a construir poder desde abajo para ir haciendo avanzar a todo el campo popular en las reivindicaciones y en la lucha por la dignidad.
“-El haber marchado con la Tupac Amaru generó un debate al interior de un espacio de organizaciones indígenas que venía trabajando de hace tiempo, el Encuentro Nacional de Pueblos Originarios; y también críticas de organizaciones que no lo formaban. Puntualmente denunciaban una apertura oportunista la Organización Barrial Tupac Amaru -personificando en su máxima referente, Milagro Sala- por no tener antecedentes de tomar las demandas propias de los pueblos originarios. ¿En esa crítica a la Tupac Amaru se invisibiliza al indígena urbano?
“Yo creo que en ese aspecto lo que no hay es claridad sobre el planteo que se quiere hacer cuando hablamos de lo indígena. Por ahí cuaja el hablar de lo indígena como una cuestión muy ajustada al derecho y a una cuestión cultural, y la realidad está mostrando que no necesariamente es así. Los compañeros de la Organización Barrial Tupac Amaru son, precisamente, compañeros del Pueblo Kolla, más allá de que ellos lo asuman o no, pero esa es una realidad; y el hecho de no asumirse o estar construyendo una auto identificación a futuro, para nada les quita legitimidad en su planteo. El hecho de porque se es urbano no se es indígena o de porque se es indígena no se puede hablar de lo urbano, es un planteo demasiado sectario, fragmenta nuestras posibilidades de hacer una reivindicación general que vaya más allá de planteos particulares de las organizaciones tanto indígenas como sociales.
“En todo caso, bienvenido que de las organizaciones sociales, de los movimientos sociales, empiecen a plantear que también en sus bases tienen un componente indígena alto, más allá de la auto identificación, y que tienen que empezar a construir esa América que desde hace mucho muchos luchadores la buscan construir”.
(La segunda parte a continuación).