«-¿Qué peligro hay de que las organizaciones indígenas sean absorbidas por estos movimientos sociales?

«En la medida en que los dirigentes y las bases indígenas tengan en claro hacia dónde ir, tengan en claro la defensa de la identidad, no creo en que los movimientos sociales puedan fagocitar a los movimientos indígenas. Es más, creo que la defensa de la diversidad cultural o de la particularidad de las identidades indígenas no tiene que hacérsela negando al resto del contexto social argentino, latinoamericano, sino precisamente decir: somos diaguita, somos mapuche, somos qom, somos wichí, este es nuestro lugar en el mundo, y estos son nuestros aliados, que están más allá de nuestros lugares o de nuestras visiones, inclusive.

«Tampoco hablaría bien de los movimientos sociales si lo que buscan es cooptarnos para encolumnarnos detrás de un proyecto político hegemónico. Por lo menos en la marcha que nosotros experimentamos no se planteó, no se vieron esas actitudes.

«-Así como se abrió este debate al interior de los pueblos originarios, ¿la movilización fue una llamada de atención para las organizaciones sociales?

«Espero que las organizaciones sociales comiencen a debatir la cuestión de los pueblos indígenas, la existencia, la visibilidad, el considerarlos como sujetos políticos y con posibilidades de cambio. Pero por sobre todo creo que nuestra propia dirigencia, en las comunidades y en las organizaciones indígenas, son las que tienen que comenzar a rever el tener una posición excluyente, mirando todo desde el planteo de los pueblos indígenas, que para nada es ilegítimo, pero hay que pensar cómo, en un proceso más amplio de alianza con todos los sectores del campo popular, buscar un mejor porvenir. La liberación no es necesariamente de los pueblos indígenas sino de todo el continente americano, y eso habla de trazar distintas estrategias buscando vincular a todas las organizaciones que se sienten oprimidas luchan por la liberación.

«Quizás la marcha sea un escalón más en ese ascenso. No creo que esto deba terminar en la presentación de un documento ante el Poder Ejecutivo Nacional, sí creo en las vinculaciones de las bases, entre sí, de decir, las bases de los movimientos sociales y las bases de los movimientos indígenas, “qué hacemos de ahora en adelante para liberarnos no sólo del avance del capitalismo, de las mineras, sino también de las propias burocracias tanto en los movimientos sociales como en los movimientos indígenas”, que sin duda las hay. (…)

«-En un contexto como el del Bicentenario, que se le pide definiciones políticas al Estado, que este nuevamente se derive las demandas al Ministerio de Desarrollo Social, ¿cómo se lee políticamente?

«Bueno, en realidad, lo que se logró es precisamente que el propio Poder Ejecutivo Nacional reciba a los dirigentes indígenas y lo derive a una órbita que desde hace mucho tiempo está planteando la política del Estado hacia los Pueblos Indígenas, habrá que ver si a futuro mejora el Estado Nacional esa política o la efectividad de esas políticas, pero en esa instancia estamos actualmente».

Por Hernán Scandizzo