Los hechos y los supuestos

El domingo 25 de octubre hay elecciones en la República Argentina que se resolverán, según fija la ley, por el voto directo universal, secreto y obligatorio, entre los candidatos que surgieron de las elecciones primarias realizadas el 9 de agosto de 2015. Según figura en el padrón electoral, están habilitados para elegir un total de 32.037.323 ciudadanos argentinos. Votan los mayores de 18 años pero, como ya ocurrió en las legislativas de 2013 los jóvenes de 16 y 17 años pueden hacerlo de manera voluntaria. También los que tienen más de 70 años que, en razón de la edad, no están obligados.

Si ninguna fórmula obtiene en las elecciones generales más del 45% de los votos positivos -lo establece la Constitución “menemista”de 1994- o más del 40% y un plus de al menos 10 puntos porcentuales de diferencia sobre la siguiente, habrá una segunda vuelta o ballotage el 22 de noviembre.

En el nivel ejecutivo se elegirán presidente, vicepresidente y once gobernadores, en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Juan, Santa Cruz y San Luis. En simultáneo, en el legislativo nacional los ciudadanos elegirán 130 diputados, 24 senadores y, por primera vez, 43 parlamentarios del Parlasur.

De las once alianzas inscritas en las elecciones primarias, sólo seis pasaron a las elecciones presidenciales: el Frente para la Victoria (Daniel Scioli /Carlos Zannini); Cambiemos (Mauricio Macri /Gabriela Michetti); Unidos por una Nueva Alternativa (Sergio Massa /Gustavo Sáenz); Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Nicolás del Caño /Myriam Bregman); Progresistas (Margarita Stolbizer /Miguel Ángel Olaviaga) y Compromiso Federal (Adolfo Rodríguez Saá /Liliana Negre de Alonso). Hasta aquí, los hechos.

Los supuestos, las especulaciones, se refieren a los resultados. En la semana previa a la elección, la discusión estuvo centrada en si habrá segunda vuelta o el candidato oficialista ganará el domingo con suficiente diferencia como para hacer innecesaria una nueva confrontación en noviembre. Daniel Scioli -kirchnerista- que obtuvo un 38,4 % en las primarias, ha subido en los sondeos y está próximo a superar el 40% y la diferencia de 10 puntos que requiere para ser consagrado el mismo domingo 25 como nuevo presidente.

Pero las cifras, como es sabido, se interpretan desde los intereses o anhelos más que desde la razón. Así, los medios de difusión opositores como el corporativo Grupo Clarín S.A.(*), la prensa tradicional de derecha representada por La Nación, El Cronista Comercial, Perfil, más “formadores de opinión” de absoluta parcialidad anti gobierno (los Leuco, los Majul, los Castro, los Lanata, los Lomgobardi…) se ilusionan con los últimos datos que el propio Clarín publicó el domingo 18 atribuyendo 38,3 a Scioli, contra un 29,2 de Macri y un 21 % de Massa. Si así fuera, estaríamos ante un escenario de segunda vuelta no muy fácil de remontar para el candidato del gobierno.

La resolución de la incógnita parece estar, como es habitual, en el sector de los “indecisos” y en un sorpresivo 15% -dicen- de votantes que “en diferentes sondeos asegura que ya decidió su voto pero que podría cambiarlo.” Scioli es quien tiene más consolidados a sus votantes y la mayor fragilidad se da entre los de Massa y Adolfo Rodríguez Saá.

En esta incertidumbre, los humoristas opositores, como Alejandro Borensztein, hablan de “maleficios”, tales como que nunca un Gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Daniel Scioli lo es) llegó a la Presidencia por el voto popular. Pero el mismo A.B. presenta un argumento compensatorio: «nunca el inútil de Durán Barba (asesor publicitario de Mauricio Macri) logró hacer Presidente a nadie».

Pero no hay mucho de qué reírse. El futuro del país está en juego y sólo parece seguro que, gane quien gane, el próximo gobierno estará más corrido hacia la derecha que el actual. Así se desprende de las proclamas partidarias -hablamos sólo del mensaje- de los tres candidatos más importantes, dirigidas a la clase media en general y a los empresarios en particular. Los obreros y los trabajadores sólo figuran en las preocupaciones del Frente de Izquierda que, representado por Nicolás del Caño, se ilusionan “con una gran votación nacional”.

(* https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Empresas_del_Grupo_Clar%C3%ADn