Una amiga humanista de Chile comenta a sus parientes y amigos sobre la actitud del pueblo ante la desgracia común: …”las imágenes que se ven en la prensa sobre el terremoto, sin duda muestran la gran tragedia que está viviendo la sociedad chilena, en particular los sectores más vulnerables; también muestran los saqueos a supermercados y las calles ocupadas por militares, con armamento de guerra que estarían “llevando la tranquilidad” para los dueños de supermercados, principalmente).

«Este correo no tiene otra finalidad que dar a conocer otra faceta, la de la gente que no aparece en la TV y que se apoya en lo cotidiano, como prestarse abrigo en la noche del terremoto;

«Evaluación de daños en la madrugada del terremoto y alojamiento de los vecinos en las casas sin averías estructurales;

«Recolectar la leche para que la consuman las crías (ante el corte de luz y la eventualidad de que se descompusiera);

«Atención a las personas ancianas, buscar sus medicamentos, su ropa de abrigo, limpiar sus casas, darles desayuno, sacar los escombros a la calle, alimentar sus mascotas;

«Resolver el problema de la higiene, puesto que las cañerías están rotas;

«Jóvenes y cabros (niños) chicos ayudando a los ancianos a enviar mensajes por celular a sus familiares (después de constatar que se puede caminar, lo que se quiere saber es de los seres queridos);

«Redes de contacto: reunían nombres y teléfonos de familiares y se trasladan en bicicleta o carro a sectores donde hubiera comunicación para averiguar sobre la familia de la gente del barrio;

«Recolección de agua y purificación, distribución a familias con crías y ancianos;

«Cocinar en grupo, ahorro de gas, porque no se sabía si había problema en la distribución;

«Apoyo al traslado de enfermos de los hospitales que hubo que evacuar, traspaso del combustible de los carros pequeños a los más grandes para que estos pudieran apoyar, ya que las bencineras estaciones de servicio de combustible) no funcionaban por la falta de electricidad;

«Los almacenes de los barrios repartieron los helados a los niños, y toda la mercadería congelada a los grupos de vecinos organizados (juntas de vecinos);

«Sin duda la lista es mucho más extensa, pero me ha parecido importante mencionar estas «pequeñas cosas», que son las respuestas de la gente sencilla, que habita los barrios. La primera respuesta del Estado chileno, desbaratado por la privatización, ha sido la militarización de las zonas más afectadas, la misma que se daba hace 60 años, con los mismos que son responsables de no haber dado la alerta de maremoto.

«Al inicio de la semana, las municipalidades han comenzado su trabajo de evaluación de daños, decretos de derrumbar casas (por cuestiones de seguridad), repartición de comida y enseres. Las oficinas gubernamentales para situación de catástrofe funcionan también, entre las tensiones entre el gobierno entrante y el saliente.

 «Ha sido necesario habilitar la consejería de cómo demandar a las empresas constructoras cuyos edificios recién entregados tienen daños estructurales, las mismas empresas que en los últimos 10 años construyeron muchas de las carreteras y puentes que se han hecho pedazos. Va dejando al descubierto la corrupción a diferentes niveles.

(…) «En la red se podrán encontrar muchos llamados para envíos de dinero y apoyo, les solicito que lo hagan a las organizaciones sociales, particularmente a las organizaciones de mujeres, pues ya cuentan con redes en los sectores populares… y apoyando a una mujer, tenemos la certeza que estamos realmente llegando a quienes lo necesitan».

Lelia Pérez Valdés   [email protected]