Los hijos vuelven a casa. Los niños e infantes capturados como botín de guerra de padres secuestrados y asesinados por las fuerzas militares entre 1976 y 1983 se van recuperando día a día. La acción de las Abuelas de Plaza de Mayo es encomiable y ya son más de cien los nietos recuperados. Muchos hermanos están ahora en contacto o reunidos después que uno, o los dos, fueron separados y entregados a matrimonios de militares, policías y allegados que los anotaron como propios. Es el caso de Juliana García Recchia, que ha recuperado a su hermana y ahora acciona ante la justicia para que se juzgue a los apropiadores.
Abuelas de Plaza de Mayo anuncia y convoca a la apertura del juicio Oral y Público a Luis José Ricchiuti (ex miembro de Inteligencia del Batallón 601 de Campo de Mayo) y Élida Renne Hermann por la apropiación de la hija de Beatriz Recchia y Antonio García. Será el próximo miércoles 1° de diciembre a las 9 horas, en el Auditorio Municipal de San Martín, ubicado en Sáenz Peña 4151 de José León Suárez.
El juicio está a cargo Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 5 de San Martín. Se imputa a Ricchiuti y Hermann de haber sido partícipes de la sustracción, ocultamiento y retención de la hija del matrimonio García-Recchia. También se los acusa de haber incurrido en la falsificación ideológica de la partida de nacimiento con la que se inscribió a la niña como su hija biológica y con la que se obtuvo su documento nacional de identidad falso, suprimiendo así el estado civil y la identidad de la hija de la pareja desaparecida por el terrorismo de Estado en 1977.
La hija mayor de Antonio y Beatriz, Juliana García Recchia, se ha constituido como querellante en la causa y, a dos años de haber recuperado a su hermana, espera que se haga justicia por los años que les privaron vivir juntas.
“Las Abuelas de Plaza de Mayo acompañamos a Juliana en este juicio” dice un parte de prensa “y anhelamos que el TOF Nº 5 tome los recaudos correspondientes para que el juicio transcurra de acuerdo al debido proceso. Deseamos así que la justicia condene a los responsables del delito de privar a la hermana de Juliana de su identidad así como también de su libertad, durante más de 30 años”.
Buenos Aires, 29 de noviembre de 2010.