El miércoles 10 de noviembre falleció el secretario general de la Juventud Comunista de Ecuador, Edwin Pérez Chevez, agredido a traición en el predio de la Facultad de Jurisprudencia Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Guayaquil. El asesino fue identificado como Neftalí Ramírez, alias Alacrán.

En un comunicado emitido por la JC se explica que “este no es un hecho aislado del contexto político nacional y universitario, donde tanto el partido como la juventud comunistas tuvieron una activa participación en la movilización popular de rechazo al intento de golpe de estado del pasado 30 de septiembre y en la repetición de elecciones de la FEUE filial Guayaquil que aún se encuentran pendientes”. Es sabido que los resultados fraudulentos que daban el triunfo al “Movimiento Popular Independiente” (Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero) fueron anulados por una sentencia judicial dentro de una acción de amparo que los sectores progresistas de la Universidad de Guayaquil interpusieron.

El victimario ha trabajado como mercenario de estos grupos de la más recalcitrante derecha guayaquileña y en este proceso electoral universitario es candidato a Vicepresidente de la Liga Deportiva Universitaria por la lista PSC-Madera de Guerrero-MPD-

Los humanistas repudiamos este hecho criminal y nos solidarizamos con sus compañeros de militancia, su familia y amigos y nos comprometemos a estar atentos en toda nuestra América a que se haga justicia.

En este momento de luto y dolor por Edwin  es  oportuno rendir un homenaje a otra vida truncada en la lucha y reflexionar juntos.
 
En febrero de 2009, en Dublín, hubo un encuentro de defensores de los Derechos Humanos. En él, aportó un testimonio sobre la situación de México una luchadora enfocada a combatir las depredaciones de las multinacionales, en particular las mineras.

Portadora de un curioso apellido, Betty Cariño era una dirigente de la ONG CACTUS, e integrante del Equipo Nacional de Coordinación de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA). En esa ocasión ella pronunció una frase feliz por su precisión y contundencia: «Nos tienen miedo porque no tenemos miedo».

Betty fue asesinada en una emboscada de paramilitares el  27 de abril  de 2010 -este año- en San Juan Copala, Oaxaca, México.

Ocurrió hace meses pero recién nos enteramos. Estos sucesos no son noticias relevantes en la prensa de las corporaciones.

Al despedir a Edwin lo hacemos con otras palabras de Betty: «en la medida que ellos sigan apostando por la muerte, nosotros seguiremos apostando por la vida».