Queridos amigos, feliz nueva estación. Entre el 21 y 22 de diciembre comienza el verano en el sur y el invierno en el hemisferio boreal. En el sur, el verano durará 89,6 días; mientras que el invierno boreal tendrá 93,7 días, según páginas de Internet.
El mundo de nuestro blog abarca dos hemisferios. Aquí -escribo desde el sur- estamos desbordados por el rumor del follaje y en la otra mitad del mundo, ha concluido el otoño, las hojas caen, están escritos los nombres del vino y cumplidos sus rituales. Como cuenta Neruda a los amigos del norte: “…Espléndido dictado me dan las lentas hojas vestidas de silencio y amarillo. Soy un libro de nieve, una espaciosa mano, una pradera, un círculo que espera, pertenezco a la tierra y a su invierno.” (Jardín de invierno. Pablo Neruda)
Al sur del Ecuador, “arde el trigo, constelado por flores rojas como quemaduras”.
El ritmo de la vida corresponde a las leyes de cambio de la naturaleza, muda a la par del clima y a las estaciones del año. Somos seres vivos en continua interacción con el medio y las estaciones nos afectan.
La sucesión de las estaciones sugiere una reflexión sobre la Ley Universal de Ciclos. Les acerco una frase para meditar: “si para ti están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones”. Es de Silo, en el libro “La Mirada Interna”, Obras completas, Tomo I)
Curiosidad: la medicina Tradicional China, divide el año en 5 estaciones a saber: primavera, verano, verano tardío, otoño e invierno.
En cualquier caso, intentemos la armonía.