Las fechas singulares se prestan a todo tipo de interpretaciones. O, según se mire, es una pantalla en blanco (carre blank) en la que se proyectan las imágenes de cada persona. “Proyección” llama el psicoanálisis a ese fenómeno de atribuir a otros las propias intenciones.

Están los que ven en esos alineamientos numéricos algo malo de toda maldad, capaz de destruir al mundo y no dejar en pie forma alguna de vida. Otros exceptúan a “los justos,” entre los cuales se anotan voluntariosamente y no son tan drásticos con el mundo natural. “La fin del mundo”, entonces es una suerte de depuración demográfica para empezar de nuevo

Hablemos del 11.11.11.

Para Pitágoras el 11 “es el número maestro, sabio que también puede ser explicado a través de la conjunción del 5 (la tierra) y el 6 (el cielo). De manera tal que el once forma el camino entre la tierra y el cielo.”

Para algunos el 11 es el “acceso a un portal energético”. Por eso, el día en que el número de múltiples significados se repite tres veces, es un día especial para conectarse. La sugerencia de hacerlo el 11 del 11 a las 11 en el barrio de Once en Buenos Aires (ciudad de 11 letras) apuntaba a concentrar la fuerza de los portales. No sabemos que alguien de ese barrio haya tenido acceso a un espacio profundo. No sabemos, decimos.

Los expertos en psicología alternativa explicaban que podía esperarse “una expansión de la conciencia” y nos preguntábamos si era individual o social. Ya tenemos experiencia de que los avatares personales son significativos solo para quienes los sufren. Lo que tendría gracia realmente sería un cambio de conciencia en la sociedad. No supieron explicarnos.

Los que militamos por los cambios sociales conocemos que estos procesos son lentos para las urgencias existenciales y eso es lo que abre la puerta a la especulación con las fuerzas “mágicas”.

De todos modos, hay acuerdo en que se trata de “teorías apocalípticas, mientras otros adhieren a una visión de cambios y renovación energética”, como lo expresa Pilar Lonzième. “Vamos hacia un tiempo donde vamos a estar más conectados con lo espiritual” simplifica Elvira Daza, consultora chamánica.

“Diferentes disciplinas como el chamanismo, numerología, Cábala, hinduismo -aporta  Lonzième- acordaron que, más allá del calendario gregoriano, hoy es el día en el que la tierra cambia su vibración y a la humanidad le toca adaptarse.” Quienes creían en esta alternativa se auto convocaron, aunque sin una Guía precisa, pero no tenemos noticias de sus experiencias.

El 11.11.11 ya pasó y no volverá en cien años. Mucho tiempo para esperar. Pasó y por desgracia dormíamos luego de una noche movida. Para quienes estuvieron en la misma situación y lo lamentan, el consuelo y, más que eso, una práctica saludable: hacer una pausa en la actividad, respirar profundo, relajarse, hacer silencio interno y esperar. Pase lo que pase, para concluir sugerimos hacer un pedido y, finalmente, un acto de agradecimiento, no importa a quien. El agradecimiento es una forma de la felicidad. Y no necesita de días especiales ni de la magia de los números.