Es normal en una guerra que los reportes sean discordantes y estén teñidos por los intereses de las fuerzas en pugna. Sin embargo, la muerte de civiles -a los que se decía proteger- ha sido una constante en las intervenciones de la OTAN en Libia y continúan, al calor de la indiferencia de gobiernos y personas. Los combates en Sirte no son la excepción.

Anoche fue una jornada de intensos  bombardeos aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra zonas residenciales del centro de la urbe que vio nacer a Gadhafi, un puerto sobre el mediterráneo a 360 kilómetros al este de Trípoli. Los leales resisten en el centro de la ciudad.

Más allá de las crónicas de esta guerra por la segunda colonización de Libia, es evidente que la ingente cantidad de armas introducidas por la OTAN para las fuerzas rebeldes -hoy reconocidas como gobierno provisorio-  y los ataques indiscriminados de los aviones por tercer día consecutivo están violando leyes, usos y costumbres de la guerra

Leemos en un cable: Civiles que salieron de la ciudad con familiares y escasas pertenencias acusaron a la alianza atlántica de cometer «genocidio» porque «los aviones bombardean todo tipo de edificios, escuelas, hospitales, casas», provocando condiciones «desastrosas» allí.

Todo el planeta conoce la noticia de que «los ataques de la OTAN están matando civiles» pero son pocos los que se preguntan por qué  la ONU y el mundo árabe, que avalaron la agresión del bloque occidental a Libia, no intervienen ahora para poner una valla ante la muerte.

A tal punto  ha perdido la perspectiva la OTAN, organización que  reúne a las principales pacieses productores de armas del mundo,  que, a pesar de la crisis en que viven sus propios pobladores,  están gastando fortunas en el empeño por destruir a un hombre con quien negociaron durante años y a quien recién ahora descubrieron como un “dictador”.

¿Es que Gadhafi cambió de pronto de política? Más bien lo que cambió fue la necesidad de occidente de manejar los recursos económicos de Libia al precio de asesinar continuamente a una población indefensa.

Seamos conscientes de que nuestra inacción como ciudadanos del mundo lo está permitiendo. ¿Es una carencia de ética? ¿de compasión?  O, pero aún, ¿de amor?