Hola amigos. Al regreso de Cochabamba, el día 28, entré en un retiro que duró hasta ayer a la noche. Era necesario y fue muy bueno. Hoy retomo el contacto, abro todas las ventanas a la cotidianeidad y comienzo a devolver pelotas. Es notable como muchas cosas -sobre todo las cosas llamadas trámites- se aprovechan de nuestra ausencia para acumularse traviesas y, al menos un tanto, malvadas. Ahora hay que atenderlas y lo haremos, con más resignación que alegría y, por cierto, sin nada de entusiasmo. Lo que sí me entusiasma es volver a comunicarme con ustedes.
Los retiros son de mucho interés porque permiten una pausa entre rutinas, una distancia con el quehacer diario y una actividad diferente ajustada a un programa. El concepto “retiro” no es pasivo, se trata de hacer reflexiones, estudios, prácticas, proyectos, en un ámbito tranquilo y con personas que comparten el mismo interés. Ya les contaré más sobre esta forma de trabajo sobre uno mismo aunque les adelanto que hay varios retiros en torno al libro Autoliberación y a otras enseñanzas de Silo.