Silo – Mario L. Rodríguez Cobos- habla el 4 de mayo de 1969 en un contexto epocal al que nos referiremos de modo casi telegráfico. La década se caracteriza por la insurrección, la rebeldía y la revisión de lo establecido; es prolífica en formulaciones -no sólo de utopías- y tiene un sello netamente juvenil. El mayo francés -1968- expresa un rechazo a todo lo anterior: los jóvenes no encuentran cauces aceptables. Toda propuesta de los “viejos” es rechazada generacionalmente, lo que equivale a decir, de modo visceral. Nada del mundo dado sirve, no hay propuestas atractivas y se inicia la experimentación. Se afianza el concepto de “coetáneos” frente a “contemporáneos”. La generación actúa de modo equivalente al concepto marxista de “clase”. Desde las sondeos para abrir las “puertas de la percepción” -con el LSD, la marihuana y el peyote, para mencionar los más comunes- que exploran y comprometen la propia psiquis, hasta los modelos sociales, todo es investigado y discutido. El cuestionamiento es generalizado y dirigido contra el “sistema” pero también se formulan teorías e ideologías. Los primeros -incipientes- humanistas coinciden con el malestar de sus coetáneos y procuran la creación de un nuevo paradigma para el ser humano y la sociedad, pero señalan un camino de paz frente a la violencia. Son subestimados y descalificados como “utópicos”. Otros jóvenes “pasan” de todo, algunos se “borran” de las responsabilidades en comunidades hippies o similares, tratando de permanecer al margen para continuar sus experimentaciones existenciales y aportan en materia de liberación de tabúes y nuevas formas de relación y organización grupal. Otros buscan dar vuelta la organización política con mecanismos propios del sistema como es el caso de la guerrilla armada que se expresará plenamente en los 70. Todos, con claridad o difusamente, buscan, reclaman e intentan construir “un hombre nuevo” en una “sociedad nueva”.
Silo habla a los jóvenes con un lenguaje alegórico que exhorta a la acción. Es un pensador pero también un hombre de acción y convoca militantes para iniciar un movimiento mundial. En los años siguientes, los siloístas se empeñan en explicar las diferentes formas que asume la violencia y la metodología que ellos han escogido: la “No Violencia”. Imágenes de Ghandi, Luther King y Silo se riegan por América Latina primero y por Europa después, principalmente, en los años de plomo de Argentina y Chile. A cuarenta años su extensión en superficie abarca más de cien países en cinco continentes y sus organizaciones están arraigadas y con desarrollo en 90. La corriente de pensamiento que funda e impulsa Silo es el “Nuevo Humanismo”, también conocido como “Humanismo Universalista”. Los libros de Silo (Obras Completas reúne hasta hoy 12 textos), de Luis A. Ammann, José Caballero, Oscar Cevey, Rafael De la Rubia, Darío Ergas; Fernando García, Petur Gudjonsson, Tomás Hirsch, Juan José Pescio/Patricia Nagy, Jorge Pompey, Salvatore Puledda, Cristian Ritzer, H.Roig/D.Tormen/M. Barbarena/, Javier Zorrilla y las publicaciones del “Centro Mundial de Estudios Humanistas” son algunas de sus expresiones escritas.
El Movimiento Humanista es la denominación de las estructuras humanas formadas en torno a ese pensamiento. “La Comunidad para el desarrollo humano”; el “Partido Humanista”; el “Centro de las Culturas”; “Mundo Sin Guerras y Sin Violencia” y el “Centro Mundial de Estudios Humanistas” son organismos surgidos desde el MH. En la estela del pensamiento de Silo hay, además, decenas de organizaciones sociales, educativas, universitarias, cooperativas y frentes de acción trabajando en el planeta.
En 2002 Silo lanza “El Mensaje” -expresión de una nueva espiritualidad- y se crean los Parques de Estudio y Reflexión en Punta de Vacas, Mendoza, La Reja, Buenos Aires, y Resistencia, Chaco, en Argentina; Caucaia, en Brasil; Los Manantiales, en Chile; Toledo, en España; Red Bluff, en EE.UU.; Kandharoli, en India y Attigliano, en Italia.
En 2009 el Movimiento Humanista organiza junto otras organizaciones y con el auspicio de diversos sectores de la sociedad la «Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia».
Contra todo pronóstico del “sistema”, el Siloísmo o humanismo es la única corriente creada en los años 60 que atravesó el siglo y se proyecta con vigor hacia el futuro. http://www.megavideo.com/?v=W58CN93E