El trabajo del candidato es comunicar un mensaje. Por eso, muchas veces los partidos buscaron “carilindos”. Gente con una alta imagen de sí mismos y un ego consecuente. La macana es que muchos salieron electos y ahí se vio que hacía falta algo más.
En nuestro caso, la campaña mediática ha sido nula. Apenas aparecimos en algunos programas de televisión, la mayoría de cable local y en radios FM y algunas AM. Para eso, Rogelio De Leonardi, quien venía desde La Rioja y yo, tuvimos que hacer miles de kilómetros recorriendo las capitales de las provincias argentinas y alguna otra ciudad importante. Visitamos La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, Córdoba (Capital y Río Tercero), Santa Fe (Capital, Rosario, Rafaela), Entre Ríos (Paraná, Concordia), Salta, Jujuy (San Salvador, Perico), Neuquén, Río Negro, Capital Federal (varios barrios) y algunas ciudades de la provincia de Buenos Aires (Mar del Plata, San Justo, Castelar, Ituzaingó, Morón, Zárate, San Nicolás…). Nos faltaron muchos lugares importantes, pero no dio el tiempo. A La Pampa no pudimos ir (teníamos proyectado Santa Rosa y General Pico) por falta de lugar en los vuelos, lo mismo ocurrió con Bahía Blanca, el viaje a Tucumán se frustró por dificultades climáticas. En todas las visitas las constantes fueron la muy buena acogida de la gente y el respeto de la prensa que nos hizo lugar en una actitud democrática que no mostraron los grandes medios de la Capital.
Hemos tratado de instalar la existencia del FRAL, lista 132 (una alianza que tuvo menos de dos meses de difusión, ya que se concretó el 7 de septiembre), algunas de sus principales propuestas y la seria intención de continuar después de estas elecciones. El hecho de tener un plan a seis años fue bien valorado por la militancia y las fuerzas y personas próximas. Ese ha sido nuestro trabajo.
En nuestro caso, no hay peligro de que nos acusen de “carilindos” (habrán visto los carteles) y sí estamos capacitados para gobernar este país.